19 de febrero de 2011

Nódulos.

No lo había notado hasta que me di cuenta que no sabía que hacer después. Estaba posponiendo algo. Hacía casi cualquier cosa porque sabía que si volvía a mi casa, sola, me iba a hundir en el pozo depresivo de mi cama, iba a llorar y angustiarme más, al pedo. Entonces ordenaba el vestuario despacio, doblaba cada una de las prendas, las apilaba, las esparcía, las ponía en una caja y luego en otra, acomodaba las cajas, así como también las perchas. Hasta no poder hacer nada más y tener que bajar. Acomodé otras cosas más. Charlé. Disimulé, a duras penas. Todo el mundo me preguntaba y cada vez que tenía que mencionar la palabra "nódulos" u "otorrino" se me hacía un nudo en la garganta y me daba ganas de estar en el pozo depresivo de mi cama. Me fuí de ahí y caminé. Me encontré con mi papá y le conté. Caminé otra vez, haciendo tiempo para buscar a mi mamá en el trabajo y no volver sola. Intentaba distraerme con los carteles coloridos de las vidrieras y escondía mis ojos rojos detrás de mis anteojos de sol. La busqué a ella y me abrazó  me dijo al oído "no te preocupes, el año que viene será" me hice de hielo en ese momento para no colapsar y le dije "si claro". Total los lentes lo tapan casi todo.

1 comentario:

  1. Leí que no pudiste entrar en la facultad, puede ser? Espero que estes bien. No te preocupes, tenes un año lleno de cosas para hacer y seguro se te van a presentar miles más. Además yo tengo un proyecto que tal vez te interese jaja
    El miércoles te cuento como es la cosa!
    Te quiero mucho marti :)
    Nos vemos!

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