Con un dedo no se puede tapar el sol
22 de noviembre de 2010
Gracias por el hombro.
Ayer lloré mucho. Pero esta vez no lloré sola como suelo hacerlo estúpidamente. Tenía un hombro para apoyarme, un oído que me escuchaba. Un abrazo. Me alivió tanto. Sensación de estómago calmado. Cáncer de mierda te odio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario